Aunque ya estamos en casa (Lugo) desde hace casi una semanita, nos gustaría comentar brevemente la última etapa de nuestras vacaciones americanas, que nos llevó a Washington DC.
Después de cuatro días en Nueva York, cogimos un autobús que nos llevó en unas cinco horas a la capital de la república. Allí, gracias a la hospitalidad de Carlos, Pepe y Jacobo, tuvimos la oportunidad de pasar unos días y conocer algunos de los símbolos nacionales, como el Lincoln Memorial, el Obelisco, el Capitolio, el barrio de Georgetown (véase foto) o la Casa Blanca. A propósito de esta última, Helena traía una nota con cosas que había visto en Nueva York y que no le habían gustado (como por ejemplo un hospital cerrado) para dársela al president Obama. La lástima es que no pudimos acercarnos mucho. Así se le quedó la cara a la pobre: