sábado, 25 de abril de 2009

Primavera loca, loca, loca

Por fin estamos en primavera. Si, ya se que empezo hace mas de un mes, pero por lo que parece, la naturaleza se lo toma con calma por aqui. Las primeras semanas son una continuacion del invierno, es decir, igual que en Lugo pero a lo bestia. De repente, los termometros se empiezan a olvidar de los bajo cero, el pastito se pone de un color verde galaico-asturiano y las ardillas se ponen como locas con sus ritos de fecundidad (por decirlo bonito). Amanece mas temprano, con lo cual ya no j*#e tanto levantarse a las cinco y media, el sol se pone mas tarde y los arboles se empiezan a llenar de hojas y flores.


Por lo demas, solo nos quedan seis semanas de clase, asi que el cinco de junio hacemos el petate y el seis cogemos el avion Chicago-Madrid-Santiago, con lo que el siete a la hora de comer (la buena, la de siempre) estaremos en casita. Tendremos algo mas de dos meses de vacaciones para contar batallitas y demas detalles morbosos que autocensuramos en el blog. Ya tenemos ganas de ver a la familia y los amigos (especialmente de que los abuelos vean a los nietos en sesion continua), de comernos unas buenas tablas de embutido, unos pasteles y/o sufle de la Pasteleria Martin y tomarnos unos vinos de bar en bar sin que te tomen por alcoholico.

jueves, 9 de abril de 2009

Por los dominios de Mickey Mouse (II)


Como podeis imaginar, montamos sobre todo en atracciones para todos los publicos, aunque yo aproveche para subir a todas las montañas rusas que pude. La verdad es que impresionaban mas por el despliegue de medios y de efectos especiales que por el canguelo que daban, pero bueno, tampoco hay queja. Mencion especial para la de Aerosmith (si, Fernando, ahora se dedican a eso :)). Cuando estas a punto de entrar te meten en una sala que simula ser un estudio de grabacion y ahi estan los tipos, que van a irse a una fiesta (como no!) y que le piden a su manager que encargue una limousina ultra rapida para los fans que estamos al otro lado del cristal. La manager cumple su cometido y al momento te abren la puerta y te suben a los coches, que salen a toda leche.


Al margen de las atracciones en si, los espectaculos que tenian eran impresionantes. Desde los fuegos artificiales al son de la musica (ay si los ve Orozco!) a los musicales, pasando por los desfiles callejeros con la familia disney al completo.


Por cierto, uno de los mejores momentos para Helena fue una sesion de cuentacuentos con un personaje que vimos en un teatro. Yo esperaba que fuera alguno de poca monta, tipo Chip (o Chop), o el pocillo de la Bella y la Bestia. Pero cual fue nuestra sorpresa cuando a) solo estabamos otra familia y nosotros y b) el personaje era Blancanieves! Helena no daba credito a lo que veia, Snow White en persona contandole un cuento, hablando con ella y dandole un beso (no se quiso lavar la cara despues). Como podeis ver en el video, a Pedro no le impresiono mucho. El se limito a enseñarle su parque movil, con el que iba a todas partes.

Una ultima aclaracion: no nos llevamos comision por publicidad

Por los dominios de Mickey Mouse (I)


Bueno, aunque hace ya casi dos semanas que volvimos, vamos a contar un poco de las vacaciones. Que si, que ya se que ahora estais vosotros de vacaciones...
Asi, a modo de introduccion, deciros que Disneyworld es inmenso. Ocupa la superficie de una ciudad grande y dentro de ella estan los cuatro parques (Magic Kingdom, Epcot, Hollywood Studios y Animal Kingdom), los dos parques acuaticos y todos los hoteles que tienen (unos veinte, creo). Los parques y los hoteles estan comunicados por una red de autovias y monorailes. Para que os hagais una idea, de nuestro hotel a varios de los parques tardabamos unos 20 minutos en llegar.
Como tampoco es cuestion de soltar todo el rollo de que si primero fuimos aqui y despues alla, os resumire algunas de las jugadas mas interesantes.
Los parques estan montados de maravilla, hasta el ultimo detalle. En todos hay atracciones para grandes, pequeños, canijos y cascadillos. De hecho, una de las cosas que nos sorprendio fue la cantidad de abuelos (con o sin nietos) que habia, algunos de ellos en sillas de ruedas. Y los tipos tan panchos ellos, llegaban al pie de la atraccion, se bajaban de la silla y a pasarlo bien. Y daba igual que fuera el barco de Peter Pan que una montaña rusa.
Hablando de carritos, nos habian recomendado que llevaramos otro para Helena por lo mucho que se iba a cansar y fue un gran acierto. Lo curioso es que al lado de cada atraccion tenian unos parkings para sillitas inmensos. La gente dejaba el utilitario alli y pista. A veces aparecian unos aparcasillas y las recolocaban para aprovechar mejor el espacio. Yo cuando los vi lo primero que pense es si la gente no tendria miedo a que se las robaran, pero nada de nada: dejaban sillas, bolsas, mochilas y nunca pasaba nada (eso es una cosa buena de estos americanos: son sencillos y honrados)