miércoles, 30 de diciembre de 2009

Nueva Orleans


Al día siguiente, tras seis horas más de carretera, llegamos a Nueva Orleans. Aquí habíamos quedado con dos amiguetes, Carmen y Carlos, que salían ese día desde Rockford en avión.

Nueva Orleans es una ciudad preciosa y además bastante peculiar por ser el lugar donde se cruzan muchas culturas: la francesa, la española, la americana, la de los esclavos negros, la cajun y la criolla. Todo eso se ve en la arquitectura del French Quarter (barrio francés), se saborea en los mil y un baretos y restaurantes que ofrecen platos como el jambalaya, el gumbo, los deliciosos po´boy (bocatas de pescado o marisco frito en pan de barra. Marta se comió uno de caimán) o el étoufée. Pero sobre todo, Nueva Orleans es música en directo, ya sea en la calle, en los locales o en las plazas. Pasas por un bar en Bourbon Street -el nombre es por los Borbones, aunque hoy en día tendría más razón de ser por la bebida- y oyes a Muddy Waters, a Lynyrd Skynyrd, a ZZ Top... bueno, un día también oí el Aserejé, vaya por Dios. Lástima que en casi todos los que vimos había que tener 21 años para entrar. Como decía, Bourbon St es la capital del vicio de Nueva Orleans. Aquí conviven bares, restaurantes, tiendas de souvenirs -camisetas, artículos de vudú, etc- cabarets y putic... digoooo locales para caballeros solitarios, y la fiesta parece ser continua. En la foto estamos de jam session con un grupo de jazz. El cantante, después de ver bailar a Helena, nos llamó y nos dijo que nos uniéramos a la sección rítmica.
Además del centro de la ciudad, nos hicimos un tour en nuestro coche por las zonas más afectadas por el Katrina, y como suele pasar, en los barrios más deprimidos los daños fueron mayores y más están tardando en reconstruir. En la foto podéis ver la casa del pianista Fats Domino, al que, como a miles de personas, tuvieron que rescatar en lancha del tejado.


Otra cosa que no podía faltar era un recorrido por el Mississippi en un barco de vapor


Otro de los recorridos que nos hicimos en coche fue la ruta de las plantaciones. Paramos en una llamada Laura Plantation y nos hicieron un tour, explicándonos cómo era la vida de los patronos y de los esclavos. Me llamó mucho la atención que en aquella zona sólo podías tener esclavos si eras católico... y lógicamente, tus esclavos tenían que convertirse al catolicismo también.



No quiero olvidarme de otra cosa que nos gustó de la ciudad: sus habitantes. Cuando nos cruzábamos con nativos por la calle (los turistas parecíamos mayoría) siempre te saludaban y te deseaban unas merry christmas o entablaban conversación contigo. Parece que en el sur la gente es más amable.


En fin, cuatro días después de llegar dejamos Nueva Orleans con un gran sabor de boca y con ganas de volver, a ser posible sin niños (je, je).

Memphis


El lunes 21, a eso de las 9:45 hora zulú salimos de Rockford hacia el sur. Nuestro destino, Nueva Orleans, aunque nos iba a llevar un par de días.

Después de unos setecientos kms. hicimos la primera parada para dormir en Cape Girardeau, Missouri. A simple vista no nos parecía que el pueblo tuviera nada de especial, aunque a la vuelta sí que lo descubrimos. Simplemente paramos porque nos quedaba bien para no machacar el cuerpo demasiado el primer día.


Al día siguiente por la mañana, tres horas después de salir, llegamos a Memphis, primero de los objetivos de la visita. Nos hospedamos en un hotelillo a tiro de piedra de Graceland, la casa de Elvis, pero como no somos fans y además era muy caro, pasamos del rey. En su lugar dimos una vuelta por el centro y visitamos el Memphis Rock´n´ Soul Museum, que molaba más, y fuimos a ver el Lorraine Motel, donde mataron a Martin Luther King Jr. . Después de eso me fui a la Gibson Factory a conocer el proceso de fabricación de las guitarras semi-huecas (Marta y los niños se quedaron fuera porque había edad mínima).


Tras la compra de la preceptiva camiseta, nos fuimos a dar una vuelta por Beale Street, la calle más animada del lugar ¡Qué pasada de sitio! Casi todos los locales tienen música en directo a diario. Al anochecer fuimos a cenar al B.B. King´s Blues Club, donde empezamos a saborear los encantos de la cocina sureña y disfrutamos de un conciertillo de blues, jazz y soul.


Por cierto, aunque el cartel de arriba (yque había en todos los baretos) debería ser tranquilizador, no sé por qué, pero conmigo no lo consiguió.

lunes, 21 de diciembre de 2009

Roadtripping

Ya estamos de vacaciones navideñas. Este año decidimos ir en busca de algo de calorcito, así que rellenamos treinta y pico instancias para que Santa pudiera hacer una excepción y traernos los regalos el sábado pasado y hoy, lunes, nos pusimos en marcha para hacer la ruta que muchos bluesmen hicieron en los años 30, pero a la inversa: Chicago-Memphis-New Orleans. Hoy hicimos un tramo y paramos en un pueblo llamado Cape Girardeau, entre St Louis y Memphis. Mañana saldremos temprano hacia la cuna del rock'n'roll.
Nuestra intención es (era) escribir algo sobre la marcha, pero hice una pequeña pardillada y me olvidé el cargador del portátil en casa, así que no sé cómo va a ser la cosa. Imagino que lo dejaremos para cuando lleguemos. Prometemos entrada con fotos.

lunes, 14 de diciembre de 2009

La enebeá


¿Quién me iba a decir a mí, cuando en mi ya lejana adolescencia veía las míticas finales Lakers-Celtics, que iba a poder ver un partido de la NBA en vivito y en directo? Aquellos duelos entre Magic Johnson y Larry Bird, Robert Parish y Kareem-Abdul Jabbar... ah, qué recuerdos.
Bueno, pues una cruz más en la lista de cosas que hacer. El sábado pasado, aceptando el ofrecimiento de quedarse con los niños hecho por nuestra amiga Carmen, pudimos disfrutar de todo un Chicago Bulls-Boston Celtics. La conclusión es que esto de la NBA es un show impresionante de luces, música y espectáculo en general en el que a ratos también juegan a baloncesto. Desde que entras en el pabellón todo está pensado para que no te aburras ni un solo segundo. El ejemplo que más nos llamó la atención fue que para llegar al tercer piso de las gradas teníamos que subir lógicamente dos tramos de escaleras. Pues bien, tanto en el segundo nivel como en el tercero había sendos conciertos de rock y soul, con dos bandas en vivo.
Una vez dentro, más de lo mismo: pantallas gigantes de vídeo que te bombardean con publicidad, música o mensajes variados. De estos últimos me impactó mucho el vídeo en el que salían varios jugadores de los Bulls pidiendo al público que nos abstuviéramos de mostrar un mal comportamiento (ejemplos: pelearse, lanzar objetos, intentar entrar en la pista o utilizar lenguaje soez). Aquellos que incumplieran esa prohibición podrían ser no sólo expulsados del recinto sino incluso arrestados.
En los descansos y múltiples tiempos muertos había animadoras,concursos para espectadores y hasta una acróbata china.
Ah, bueno, como dije antes, también de vez en cuando juegan al baloncesto. El partido fue entretenido durante los tres primeros cuartos, cuando iba igualado. Después los pobres Bulls sucumbieron ante los todopoderosos Celtics.
Por cierto, como podréis observar, no hay fotos originales. Me c#*!é en todo cuando me di cuenta de que me había olvidado la cámara en casa.

viernes, 11 de diciembre de 2009

Bienvenido, Mr Winter


Este otoño estaba siendo bastante "cálido" para lo que se lleva por aquí, pero así, de repente, le dio un arrechucho y se nos echó el invierno encima. Un buen día cayeron unos copos, al día siguiente se cubrieron las calles, dos días después nevó durante más de 30 horas y al día siguiente bajaron las temperaturas 18 grados.
El día de las 30 horas de nevada tuvimos "snow day" (eso sí, recuperable en marzo) y lo pasamos como enanos en casa. A eso de las seis y pico de la mañana nos lo notificaron. La pena es que no hubiera sido una hora antes, porque yo llevaba limpiando la entrada del garaje (o driveway, que queda más molón) desde las cinco y media. A eso de las siete, ya todos desayunaditos, estábamos viendo una peli los cuatro en cama.
Pero bueno, como dicen que una imagen vale más que mil palabras, aquí os dejo un documento gráfico de estos días.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Alto, Policía!!

Así, más o menos, se dirigió a mi un agente del orden cuando yo iba un poquito pasada de velocidad. Algún día tenía que pasar, sobre todo si tienes que ir conduciendo a todas partes.
Ayer al salir de la escuela, iba yo pensando en mis cosas y no me di cuenta de que acababa de entrar en una calle donde el límite de velocidad es menor del de la calle por la que iba antes, para ser justos he de admitir que en la calle anterior también iba sobre el límite, aunque no mucho. El caso es que veo por el retrovisor al temido coche de policía haciendo un giro de 180º grados en medio de la calle, pone las luces y la sirena y me doy cuenta de que es por mí. En ese momento me sentí como una delincuente común (por otro lado, tan típicos por esta zona). Paro, muerta de miedo, con las manos en el volante y sin hacer ningún movimiento sospechoso, espero a que el agente se acerque y vea que ni voy armada ni tengo intención de hacerle ningún daño, no vaya a ser que se ponga nervioso y el daño me lo haga él a mí. Por lo demás todo ya conocido, como cuando te paran en España, la diferencia es que se quedaron con mi carné en el momento y no me lo devuelven hasta que pague la multa, pero, eso sí, la propia multa tengo que llevarla conmigo porque hace de carne y así puedo seguir conduciendo sin problema... !!! El amable agente también me informó de que por esa infracción no era necesario que fuera a JUÍCIO, sólo tendría que ir en el caso de que no estuviera conforme con ella o con la actitud de él. Evidentemente yo le dije que no, por Dios!, con lo correcto y amable que había sido y que toda la culpa era mía. Todo este proceso nos llevó unos 25 minutos, hasta para multarte se lo toman con calma!
Por cierto, también he sido investigada por el FBI, pero esa ya es otra historia...