Nuestro último curso terminó gradualmente: primero fue Helena, en Spectrum School, el 25 de mayo. Después Marta, en St. Rita, el 3 de junio. Al terminar Marta se terminó el periplo de Pedro en Circles of Learning. Y finalmente, el último pringao, un servidor, echó el candado académico en Barbour Language Academy el día 7.
Para los niños, estos tres años fueron toda una experiencia. Cuando vino, Helena era una niña tímida que sabía cuatro palabras en inglés (y nosotros sabemos como pronunciaba "triangle"), así que fue un gran reto para ella entrar en una escuela en la que sólo se hablaba inglés y en la que era la alumna más exótica con diferencia. Poco podíamos imaginar que no sólo le iba a ir bien, sino que a los 6 meses ya sería una de las líderes de la clase. Este año las dos profes de su clase la consideraban la tercera profesora, por la forma en la que trabajaba en clase, colaboraba con ellas y ayudaba a sus compañeros. Con razón las últimas semanas lloraba por la noche al darse cuenta de que se acababa.
Pedriño, parafraseando a Julio Iglesias, pasó de bebé a hombrecito. Llegó con pañales, chupete, caminando con dificultad y balbuceando sus primeras palabras. Al empezar en la guardería pasó por un silent period en el cual empezó a entender a los nativos del Mid-West y después se lanzó a hablar como un poseso. Ahora, cuando habla inglés, habla inglés; cuando habla español, habla spanglish (Hey, don´t grab my culete es un ejemplo). En su último día en la guarde hubo lágrimas: las de Marta y las profes, a las que quería con devoción, y que le regalaron unas fotos y un marco para que se llevara un recuerdo.
Marta tuvo que cruzar el Atlántico para descubrir que le gustaba la enseñanza. Ella tuvo además la oportunidad de conocer dos niveles distintos, elementary en Barbour y middle-school en St Rita. Tuvo la oportunidad de disfrutar al ver que sus niños aprendían y también tuvo la oportunidad de cabrearse con las actitudes adolescentes. Finalmente, se sorpendió y emocionó al ver que incluso algunos de los que le hacían la vida imposible la despedían con lágrimas en los ojos.
Finalmente, yo pude comprobar en mis carnes (no es que no lo supiera) lo bien que vivimos los docentes en España en comparación con otros sitios. Fueron tres cursos intensos, y reconozco que lo pasé mal al principio, aunque poco a poco me fui haciendo con la situación. Además, "completé" la experiencia escolar siendo coach del equipo de fútbol -poniendo mi granito de arena para lograr un campeonato- y participando en mi primera banda de rock´n´roll, The Maestros.
En resumen, estos tres cursos fueron sin duda los más intensos de nuestras vidas, como alumnos y como docentes. Estoy seguro de que extrañaremos muchas cosas... y también puedo decir sin temor a equivocarme que nos echarán de menos, ¡qué caray!
6 comentarios:
Enhorabuena a toda la familia, lo habéis hecho de **** MADRE. (Los asteriscos por eso de ser USA y haber niños). Aquí me tenéis, llorando como una magdalena otra vez al leeros, de la emoción.
Un fuerte abrazo amigos, os queremos.
Chicos, me ha encantado la entrada recordando cómo empezó la aventura y a modo de broche final. Qué emocionante todo lo que contáis sobre vuestras despedidas, me han encantado las fotos y qué os voy a decir, que me da mucha pena y cuánto sentimiento! Os queremos un montón!!
Estoy deseando que vengais y muy contenta de que al fin os quedeis con nosotros, pero tengo que reconocer que se me asomó alguna lagrimita al leer lo que escribisteis y hasta casi me da pena que ya se os acabara el tiempo viendo la gran experiencia que fue en vuestras vidas.
Os quiero y estoy deseando abrazaros.
Bicos.
Gracias a todos. Estas entradas están siendo despedidas "temáticas". La próxima, la de los viajes.
Besos a todos
Caray!Yo también me he emocionado y se han asomado las lágrimas a mis ojos al leeros.Sé perfectamente como os sentís. Duele dejar una etapa que fué muy gratificante y llena de emociones nuevas pero para esta que se abre os esperamos con ilusión todos los que os queremos. Soy "lamarionega"
Bicos moito agarimosos.
Mariónega, guarda las fuerzas para cuando tengas a los dos pitufos subidos a la espalda y pidiendo jugar :)
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