Pues eso, que llegas al pais del capital, y que te da por comprar un par de coches al mes...
No, que va, no es asi. Pero como ya os habiamos contado, aqui no puedes hacer nada sin coche, asi que le hemos comprado el coche a una profe espanhola que ya esta de vuelta en casa. Es un Dodge Intrepid del 2003, y me parece que va a ser el que conduzca yo, ya que Marta necesita espacio para Pedro y Helena. Bueno, la verdad es que espacio tiene de sobra. En el maletero un par de cadaveres bien nos caben.
El proximo capitulo sera el carnet de conducir, que dice todo el mundo que esta chupao. Lo malo es que si es tan facil, la verguenza puede ser mayuscula si no lo apruebo a la primera (eso si, nunca os lo diria). Lo que si es distinto a Espanha es la forma de sacarlo. Aqui los nativos se sacan la teorica con una asignatura en el instituto, y la practica conduciendo con el padre. Las autoescuelas aqui no se llevan mucho, aunque creo que hay una. Otra cosa distinta es el precio: lo normal es sacarlo por unos 20 dolares.
Pues aqui me veis, poniendo las matriculas al nuevo miembro de la familia. Tambien podeis ver a Helena y Pedro en la autoescuela que os comentaba.
2 comentarios:
Tiene una pinta barbara.
Oye en el mío me he dado cuanta que en el maletero hay una cuerdita para tirar y salir de él si te meten dentro unos tios a lo Pulp Fiction. Fliipa.
El teorico esta chupao, eso si hay que leerlo como todo, hasta yo lo aprobé. Je.
Estoy emocionao conduciendo por Nebraska , jajaja.
Un abrazo, lo dicho que esta fenomenal.
tio, en el mio tambien. Aqui se inspiran en las pelis para hacer los coches!
Publicar un comentario