Los síntomas eran evidentes, el diagnóstico no admitía duda... a nuestro alerce del jardín le quedaban dos telediarios de vida. Desde el otoño pasado se había vuelto un poco peligroso cada vez que soplaba el viento con fuerza y nos "regalaba" una de sus ramas muertas, así que Pat se decidió a cortarlo.
Para tal trabajo tuvieron que venir tres personas con una grúa y dos camiones. Estuvieron unas seis horas currando para tirar semejante bicho. La que mejor se lo pasó fue Marta, porque le dejaron subir a la grúa hasta la altura de la copa del árbol, a unos 20 metros del suelo.
El momento culminante del día lo podéis ver en este vídeo.
Al día siguiente, sábado, Pat vino con dos colegas para terminar la faena con un maquinillo llamado wood splitter, que viene a ser un hacha mecánica que parte troncos a lo bestia. Aquí tenéis un momento sacado de las varias horas que nos echamos (y que no terminamos). Por cierto, lo más complicado no era partir los troncos, era hacer que llegaran hasta la máquina.
Todo esto me recuerda lo machote que me estoy haciendo en estas tierras. Eso sí, espero no llegar hasta los extremos de este tipo
4 comentarios:
ARBOL VA!!!, parece que este año la chimenea va a tener tronquitos de verdad, no?
Eso pensábamos nosotros, pero no (por lo menos no de este). La madera tiene que secarse durante unos 10 meses, así que para cuando estuviera lista como que no nos valdría mucho. Y llevarla en la maleta no es una opción :(
Rober, de esta no solo te sacas el FP II sino que vienes con un master, como todo un profesional.
Ahora vas a ser tú el que me des clases.
Sí, sí, ya estoy haciendo la lista de herramientas que mis alumnos tendrán que comprar.
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