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Pues como ya sabiamos, la ciudad (o al menos la parte que conocemos mejor) es un gran bosque con calles distribuidas como en una tableta de chocolate. A ambos lados hay casitas unifamiliares, todas ellas -incluso en las zonas chungas- con sus jardines correspondientes y, ay, como no, muchas con las banderitas de rigor. Del downtown o centro mejor no hablar mucho, porque no es ni lo mejor ni lo mas bonito de la ciudad (y eso siendo generosos). Segun un madrileno que lleva un par de anos aqui, aqui viven en torno a 150.000-200.000 habitantes en una extension parecida a la de Madrid, asi que ya podeis imaginaros lo desparramado que esta esto.
Por lo que respecta a la casa (la casita azul, en palabras de Helena), estamos encantados. Esta muy mejorada con respecto a las fotos que teniamos. Tenemos tres dormitorios, una cocina bastante grande (normalilla para lo que se estila por aqui), un par de salas, chimenea incluida, dos banos, un despachito y un sotano de esos que dan miedo en las peliculas o como ese por el que se cae Homer cada dos por tres. El jardin de delante es pequenito, pero el de atras... que pasada. Hasta a la gente de aqui le parece grande y todo. Eso si, cuando hay que cortar la hierba (los mexicanos le llaman pasto) se queman todas o casi todas las calorias de la semana. Menos mal que tenemos dos cortacespedes, uno normal y el pascualin en el que puedes ir montado y todo. En el jardin viven bichos de todo tipo y tamano, desde las hormigas (tamano americano) y las aranas a las ardillas y los conejos silvestres (esto es serio). La primera noche cenamos alli, a la luz de la luna y de las luciernagas, con una banda de cigarras death-metal y una de grillos alternative que pa que...
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